Con todos estos cambios y añadiduras se hicieron mal, tal como lo respalda la historia, resulta irónico que la Iglesia de Roma en la actualidad haga alarde de que “Roma siempre fue la misma”. Lo trágico es que, a pesar de todos los cambios drásticos que se citan previamente, muchos creen en esta afirmación.
“El sacrificio continuo” la herejía más
grande de Roma
El nombre de Tiatira tiene origen y significado
incierto, algunos han sugerido que “Tiatira” significa dulce sabor de trabajo,
otros dicen que proviene de dos palabras que significan “sacrificio y
continuo”. Así se presenta la herejía central que trajo por consecuencia otras
falsas doctrinas. Es decir, la Iglesia de Roma niega a la obra consumadora del
Señor Jesús y cree en un continuo sacrificio que genera cosas como los
sacramentos y la oración del rosario, las velas prendidas y otras cosas
más. Todas estas cosas se tornaron de la misteriosa Babilonia, la madre
de todas las costumbres paganas y de la idolatría. Nada de eso enseña el Nuevo
Testamento. Durante este periodo, entre el año 607 d.c. hasta nuestros días, el
cuartel general de la Iglesia (Católica) en Roma, poco a poco se convirtió mas
en Babilónico que en cristiano. La herejía se divide en dos categorías básicas:
Un concepto falso de la deidad de Cristo, o la mescla de las obras con la fe.
No se puede acusar la Iglesia de Roma de enseñar un concepto falso de la deidad
de Cristo; sin embargo, el énfasis que hace en el “continuo sacrificio” y el
rechazo de la obra consumada de nuestro Señor genera un concepto que hace con
que la gente trate de ganar su propia salvación a través de las obras, de las
penitencias, de las indulgencias y de muchas otras ideas satánicas concebidas,
las cuales nuestro Señor titula en Apocalipsis 2:24 “las
profundidades de Satanás.”
Una de las tendencias peligrosas del siglo veinte
de la Iglesia de Roma es la exaltación de María a un estado casi divino. Los
informes de los noticieros indican que millones de personas pidieron al Papa
que la declare miembro de la Santísima Trinidad, aun que la idea oficial es que
esto no va a suceder, por ahora. Ya se refieren a ella como a la “madre
de Dios”, o “la reina del cielo” y en algunos casos aparece como la
dispensadora de la salvación, lo cual contradice las Escrituras. Basados en las
Escrituras solo hay una persona debajo de los cielos que puede otorgar la
salvación a la humanidad, y no es María.
El carácter de Cristo revelado
“Y escribe al ángel de la Iglesia en Tiatira: El
hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al
bronce bruñido”.
La elección que hace nuestro Señor al título “Hijo
de Dios”, refiriéndose a sí mismo adquiere más significado cuando comparamos
con el 1:13, donde escoge el título de “semejante al hijo de hombre”.
Debiéramos tenerlo en mente en estos días en que los falsos maestros les encantan
enfatizar la naturaleza humana del Señor Jesucristo, excluyendo su naturaleza
divina. Además, es instructivo para aquellos de la Iglesia de Romana a quienes
les encanta pensar en Él como el “Hijo de María”.
“El que tiene ojos como llama de fuego y pies
semejantes al bronce bruñido.”
Estas frases muestran que el Señor Jesús mira con
juicio penetrante a la Iglesia porque permitió que falsas doctrinas se
infiltraran en su medio y “engañen a sus siervos.”
El elogio de Cristo
El elogio de Nuestro Señor a la Iglesia de
Tiatira llega en seis palabras: Obras, amor, fe, servicio, paciencia, y obras
postreras que son más que las primeras. El Señor Jesús conoce el trabajo de su
Iglesia en los mínimos detalles.
La condenación de Cristo
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que
toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis
siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a ídolos”.
La condenación de nuestro Señor a Tiatira adquiere
dos formas: 1° La condena por permitir que falsa maestra esclavice y descarríe
a sus siervos, y 2° La condena por no arrepentirse cuando tuvo la oportunidad.
Un pecado que prevalecía en la Iglesia de Tiatira,
era la tendencia a tolerar el pecado, la injusticia y la enseñanza contraria a
la Biblia de parte de sus líderes. A cierta persona Juan le llama de Jezabel,
nombre derivado de la Jezabel del Antiguo Testamento, y que es sinónimo de
idolatría y persecución, es probable que algunos miembros de la Iglesia de
Tiatira aceptaron a los falsos maestros porque decían hablar de parte de Dios y
exhibían gran carisma, éxito e influencia. El Señor Jesús condena este pecado
de tolerancia.
El Señor Jesús se vuelve al Antiguo Testamento para
buscar el nombre de la mujer que introdujo en Israel la adoración a Baal
y pervirtió a la nación , y lo usa como punto de comparación con aquellos que
introdujeron el paganismo y sus enseñanzas diabólicas en la Iglesia. Cada vez
que se usa una mujer como símbolo para transmitir una enseñanza religiosa
siempre representa una religión falsa. Las enseñanzas de la falsa profetisa,
Jezabel, adquirieron dos formas: Con su enseñanza engaña a los Siervos de Dios,
que los induce a cometer inmoralidades sexuales, lo cual es símbolo de la
idolatría que se introdujo en este periodo; Y a comer alimentos
sacrificados a los ídolos, símbolo de la unión de la Iglesia con el mundo.
Continúa...
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