El
consejo de Cristo a los individuos
El mensaje
de Cristo a Laodicea Contiene un consejo muy interesante que se
dirige en especial a los individuos de la era de esta iglesia. Aún que iglesia
lo excluyó, aquellos que están dispuestos a recibir lo reciben una invitación
exclusiva que también se aplica a los individuos de todas las eras de la
iglesia. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Un
hombre de adiós describió bellamente este versículo de la Escritura, como la
sencilla explicación del plan de salvación, en una muy breve declaración
contenida entres las tapas de la Palabra de Dios. La puerta a la que aquí se
refiere, con claridad es la puerta del corazón, es decir, el centro del
ser. La Biblia dice: “ Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de
él mana la vida" (Proverbios 4:23).
En
consecuencia encontramos a Cristo golpeando a la puerta de este centro de
emociones, llamado corazón, diciendo que quiere entrar. Él no abre la puerta
por la fuerza. Sino que llama con paciencia llama: “Si alguno oye, mi voz y
abre la puerta entraré a él”. Durante casi dos mil años el Señor Jesús ha
llamado fielmente con paciencia y de manera maravillosa a las puertas de
los corazones humanos. ¿Como lo hace? De muchas maneras, cuatro de las cuales
me gustaría decirle a usted.
1)- A
través de su Palabra. El Señor Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo:
El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida (S. Juan 5:24 ). Necesitamos
escuchar la Palabra de nuestro bendito Señor y Salvador para ser salvos. Muchos
escuchan el llamado suave del Salvador a las puertas de sus corazones mientras
leen algo de la palabra de Dios. Algunas veces este llamado se pone manifiesto
mediante una reacción violenta de rechazo, pero esto minimiza el hecho de el
Señor Jesús llama.
2)- A través
de su pueblo. Otro método que el Señor usa para llamar a la puerta de los
corazones humanos es a través de sus hijos. Las Escrituras nos dicen: “¿Cómo,
pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de
quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (Romanos 10:14)
Veremos que
Jesús llama a través de personas comunes y corrientes de todos los días y que
muchas veces se mantienen en el anonimato. Sí, no cabe duda; Jesús llama a la
puerta de los corazones humanos a través de su pueblo.
3)- A través
del Espíritu Santo. El Señor Jesús dijo muy claro en Juan 16:8 que envió al
Espíritu Santo para convencer al corazón de la humanidad “cuanto al pecado, a
la justicia y al juicio”. Muchos que pensaron haberse escapado del Pastor
y de la palabra de Dios despertaron en medio de la noche revolviéndose muy
inquietos en la cama ante la convicción del Espíritu Santo, el cual es el suave
llamado del Señor Jesús a la puerta del corazón.
La pregunta
clave es: ¿ha abierto la puerta y aceptado su promesa?
“He aquí, yo
estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré
a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Esto indica comunión con Dios a través de
su hijo Jesucristo, lo cual es posible
Solamente
invitándole a nuestro corazón.
El
desafío de Cristo a Laodicea
El desafío
que el Señor Jesús le hace a Laodicea, al igual que los otros seis desafíos, es
a “vencer” o a ser “siervos nacidos de nuevo”. El desafío es simple, es la
promesa de compartir su trono así cómodo Él comparte el trono del
padre. Nos promete que gobernáremos y reináremos con Él en su reino
venidero. La victoria definitiva de un cristiano, que no se ve en esta vida
sino en la venidera, es un desafío a ser fieles.
“Al que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”.
¿Has oído lo
que nuestro señor le ha dicho a las Iglesias? El mensaje de
Cristo a Laodicea indica que a medida que esta era llegue a su fin,
aumentará la apostasía, la muerte y la indiferencia. No nos sorprende que el
Señor, pensando en esta era de la Iglesia, se pregunte: “Pero cuando el hijo el
Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? Lucas 18:8
No
deberíamos esperar un aviamiento como en los días de Moody, y
otros, sino apostasía de parte de la Iglesia de Laodicea. ¿Y quién puede
negar que los movimientos ecuménicos de estos días directamente cumplen con
esta predicción?
Sin embargo,
nuestro Dios, “el Gran Pastor de las ovejas “convencerá a millones de personas
de sus pecados y les ofrecerá el perdón en el nombre de Jesús, antes del
arrebatamiento, al final de la era de la Iglesia. Es por eso que quiero estar
listo en todo momento para atender aquellas personas que puedan estar en
condiciones de recibir al Salvador antes de que vuelva a buscar su iglesia.
Esta imagen de Cristo golpeando a la puerta no sólo es la imagen de lo que ha
hecho durante estos dos mil años. Sino de todo lo que hará en este tiempo para
traer la gente a Él. Si nos rehusamos espontáneamente abrir la puerta e nuestro
corazón, ¡rechazamos a Jesucristo!
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