lunes, 23 de junio de 2014

Estudio del Apocalipsis Capitulo 3 (Parte 1)




La  iglesia de Sardis

“Escribe  al ángel de la iglesia de Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo  conozco tus obras, que tienes nombre de que  vives, y estás muerto.

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues sino velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Pero tiene unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi padre, y delante de sus ángeles.3:6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”
               (Apocalipsis 3:1-5).

Sardis era una ciudad rica ubicada a unos 50 Km al sudeste de Tiatira. En el siglo VI a.c. era una de las ciudades más importantes del mundo. Estaba constantemente al borde de la decadencia y del fracaso. Su inclusión entre las siete Iglesias puede atribuirse a que muchas congregaciones locales son similares a ella. Sardis tipifica de manera excelente a las Iglesias que comienzan muy bien pero pierde el fervor espiritual luego de una o dos generaciones, y empiezan a vivir de las glorias pasadas. Este fue el caso de la agonizante Iglesia de Sardis. En la época en que Juan escribió el Apocalipsis, esta Iglesia que había empezado en el Evangelio  del Señor Jesús, estaba espiritualmente muerta.
¡Nada peor que una Iglesia muerta! Es como un hombre que se está muriendo de sed en el desierto y que ve un pozo de agua a la distancia, pero cuando llega encuentra que está seco. Muchas almas sedientas andan tambaleándose por el desierto de este mundo y luego, al final, ven en una Iglesia, lo  que parece será su esperanza, pero entran y encuentran que la misma está muerta. Este es el cuadro que nos da este texto acerca de la Iglesia de Sardis y de la era que representa: La reforma. Sin embargo, había unos pocos miembros fieles “en Sardis que no han manchado sus vestiduras.”
 
La   era de la iglesia Muerta

 
Sardis quiere decir “los que escapan” o “sobrevivientes”. Este nombre, unido a la condenación del Señor Jesús a esta Iglesia, proporciona una descripción perfecta de las Iglesias de la Reforma. La reforma protestante desarrolló como resultado del continuo énfasis que hacia la Iglesia de Roma en las doctrinas paganas en lugar de atenderse a los principios de las Sagradas Escrituras. El énfasis de las Iglesias de la Reforma se basaba originalmente en las palabras de advertencia de Martín  Lutero, tomadas de las Escrituras: “El justo vivirá por la fe” (Romanos 1:7).
Dejaron de pensar que la salvación era el resultado de las obras, y encendieron un resurgimiento del interés por el estudio de las Sagradas Escrituras. La tragedia de las Iglesias de la Reforma que les trajo como resultado la condenación del Señor Jesús cuando les dijo que estaban muertos tiene dos aspectos:
1-      Se convirtieron en Iglesias del Estado. Lutero por ejemplo, buscó la aprobación de los líderes políticos y finalmente la Iglesia Luterana se convirtió en la Iglesia estatal de Alemania, tal como hicieron otras por Europa. El peligro es que en aquel momento, la Iglesia incluye a toda la población, eliminando así la necesidad de una aceptación personal del Señor Jesucristo, y el énfasis en la relación individual con Dios.
2-      Las iglesias de la Reforma no cambiaron lo suficiente, muchas de la costumbres y enseñanzas de la Iglesia de Roma, se continuó bautizando a los bebés a pesar de no existir una base  bíblica para esta práctica. También continuó la  aspersión y se perpetuó el ritualismo, incluyendo  algunos elementos des sacramento. El ritualismo y la formalidad, características de las formas de adoración, no conducen a la genuina adoración, porque apelan a la naturaleza humana. La Biblia enseña que a Dios se le debe adorar en Espíritu y en verdad. El principal propósito de una Iglesia es la propagación del Evangelio del Señor Jesucristo, este debiera lograrse con lo que se predica.
 

La  naturaleza del Señor Jesús en la Iglesia de Sardis

El aspecto de la naturaleza del Señor Jesús que se revela en Sardis es muy instructivo. Volviendo a la visión completa de la naturaleza, que impartió Juan en Apocalipsis 1, selecciona dos de sus características: “Los siete Espíritus” y “las siete estrellas”. Los siete Espíritus se refieren al Espíritu Santo, del cual Jesús dijo que era la verdad. Las estrellas son los ángeles de las Iglesias. Esta Iglesia tenía una oportunidad más que adecuada para conocer la verdad y obedecer al Señor Jesús si hubiera prestado atención a su advertencia, parece que prefirieron confiar en el Estado y sus políticos en un tiempo de necesidad económica, en lugar de confiar en Dios.


                                                                    Continúa...

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