lunes, 23 de junio de 2014

Estudio del Apocalipsis. Capítulo 3 (Parte 7)


El consejo de Cristo a la Iglesia de Laodicea


Nuestro Señor le aconseja  cuatro cosas, cada una forma parte de la experiencia de Salvación, indicando que esta Iglesia no nació de nuevo.
1)- “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compre oro refinado en fuego, para que seas rico”… Las riquezas eternas no se adquieren con las posesiones materiales, más bien, fue la sangre de Jesucristo la que las adquirió y se alcanzan por la fe. En 1 Pedro 1:7 dice: “Para que sometida a prueba vuestra fe,  mucho más preciosa que el oro”… Es interesante destacar que la Iglesia de Laodicea, a la que s a la que se le cataloga de "pobre”, se le pide que compre algo. ¿Cómo se entiende?
“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. “(A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David (Isaías 55:1)”.
Acá leemos la invitación que hace Dios a los seres humanos que vengan y compren lo que necesiten “sin pago alguno”, la salvación no se adquiere mediante esfuerzos humanos. La muerte del Señor Jesús en la cruz o calvario la compró para nosotros. Por lo tanto, hasta el más pobre de los pobres puede pagar el precio humillando se invocando el nombre del Señor y creyendo en Él. Dios  llama a todos los sedientos que tienen hambre, son esenciales para la salvación él, hambre y la sed espirituales del perdón y de la buena relación con Dios basada en la muerte expiatoria del Mesías -Siervo. Además, el hambre y la sed de justicia de Dios y del poder de su reino siguen siendo condiciones esenciales para recibir la plenitud de su Espíritu.
2)-“Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres... Vestiduras blancas para vestirte”. Esto denota la justicia que requiere, para venir delante de la presencia de Dios. Él conocía su desnudez y la necesidad que tenían de usar “vestiduras blancas”, que representan la justicia. En Isaías 61:10 leemos acerca de la provisión que Dios hace de ropas de “vestiduras de salvación y de manto de justicia,” como debería llevar un novio o una novia. El ser humano se reviste de justicia cuando invoca el nombre del Señor y es salvo.
3)- “Por tanto, yo te aconsejo que... Unge tus ojos con colirio, para que veas. Esto indica la necesidad del ser humano de la iluminación espiritual. Por más brillante que sea una persona en la carne, a menos que el Espíritu de Jesucristo more en ella nunca comprenderá los caminos de Dios. Sólo el Espíritu Santo, de quien Jesús dijo que sería nuestro maestro, puede hacer que los seres humanos entiendan los caminos de Dios. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Corintios 2:14).”
4)- “Se, pues, celoso, y arrepiéntete.” Nuestro Señor desafía a esta Iglesia tibia, indiferente y materialista, basándose en el amor que les tiene a pesar de su estado, a que se arrepienta de sus pecados y se vuelva a Él.

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