En
La Integridad de mi corazón andaré en Medio de mi casa (Salmo 101:2).
Los Siervos de Dios fieles
tendrán una prioridad, el agradar a Dios en sus propios hogares. Es en las
relaciones familiares, donde primero debe manifestarse y desarrollarse la
verdadera santidad. El propósito y la tendencia del corazón debe ser buscar a
Dios en oración, estudiar su palabra, y tener un momento para estar con la
familia, mostrar amor y cuidado a toda la familia. Andar de manera recta, y
tener ojos que se si nieguen a contemplar la maldad.
No pondré delante de
mis ojos cosa injusta (Salmo 101:3).
Hoy los impíos están obsesionados
con usar sus ojos para contemplar inmoralidad , impiedad, brutalidad,
violencia, pornografía y toda clase de maldad, como un medio de
satisfacer su lujuria y deseo por el placer pervertido. Mediante la
televisión, vídeos, películas, los libros, las revistas,
la Internet, las personas pueden observar toda clase de maldad. Sin
embargo aquellos Siervos fieles que están entregados, consagrados a Dios y a su
justicia, aborrecerán y evitarán el mal y guardarán sus vidas y a sus
familiares, al no poner nada delante de sus ojos que desagrade o
entristezca al Espíritu Santo.
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